Estas salidas favorecen la reconexión de los adolescentes con sus espacios comunitarios, además de precaver desajustes emocionales a través de la actividad física, el movimiento y el contacto con la naturaleza.
La excursión nació de la inquietud de los propios adolescentes por salir a la naturaleza y aprovechar los bellos paisajes de la Patagonia Chilena. Roberto Herrera, analista de participación de Magallanes señaló que estas instancias "permiten que los adolescentes reconecten con sus espacios comunitarios, de los cuales muchas veces se sienten abstraídos producto de las vulneraciones que han afrontado. Motivándoles a venir, ayudamos a que se reconozcan como un adolescente más y potenciamos el desarrollo de su identidad. Así, la Reserva Magallanes y otros lugares dejan de ser "para otros", sino que para ellos también".
El profesional también destacó que estas actividades ayudan a precaver desajustes emocionales, a través de la actividad física, el movimiento y el contacto con la naturaleza, enfatizando que "en 2020 todos comprobamos que son necesidades transversales y esenciales para nuestra salud mental".
Esta actividad se enmarca en el trabajo intersectorial de la Dirección Regional de Magallanes junto a Conaf, institución que facilitó el ingreso a la Reserva Nacional e información sobre los senderos y principales atractivos del circuito.

