Lo importante es tener compromiso y motivación para cambiar la vida de un lactante, niño, niña o adolescente, y tener la capacidad de brindar cariño y contención.
Para ser familia de acogida se debe pasar por un proceso de postulación, evaluación y capacitación.
Los participantes reciben asesoría y acompañamiento de un equipo de profesionales especializados.