"Con este espacio decidimos iniciar un ciclo de jornadas de promoción, contempladas en nuestra planificación anual, que buscan propiciar un impacto positivo en la vida residencial de niñas, niños y adolescentes, sus familias y profesionales a cargo de sus procesos interventivos. La idea es sistematizar buenas prácticas que logren consolidarse en contextos bien tratantes y que aporten a la intervención y al acompañamiento que se desarrolla día a día", aseguró Mónica Zúñiga, jefa de la Unidad Asistencia Técnica, Monitoreo y Evaluación.
La actividad contó con la presencia de profesionales de toda la red de cuidado alternativo residencial regional, es decir, residencia Pequeño Cottolengo de Rancagua, Rem Per Integrando de Machalí, Padre Felice Sala de San Vicente y la residencia de Lactantes y Prescolares de Rengo.
Alicia Duery Palma, educadora de párvulos de la residencia RLP PER de Rengo, destacó: "A partir de esta instancia podemos reflexionar aún más sobre el trabajo al interior de la residencia, escuchar opiniones y conocer experiencias de otros profesionales que ejercen labores en el área. Gracias a esto, incluso, podemos captar iniciativas o acciones beneficiosas para el trabajo y replicarlas, además de subsanar falencias que no hemos visto, con el fin de mejorar. Sin duda, estas instancias son de aprendizaje y deberían llevarse a cabo periódicamente".
Durante los próximos meses se proyecta generar nuevas jornadas de bienestar, con la intención de continuar reconociendo las buenas prácticas cotidianas, visibilizar el quehacer al interior de las residencias, fortalecer miradas complementarias y establecer un lenguaje unificado y un escenario que contribuya a un clima de colaboración y co-construcción regional.
